La verdadera "estrategia y táctica" de Lenin
El Segundo Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso
realizado en 1903, catorce años antes de la Revolución, Lenin comenzaría la
construcción de esa maquinaria infernal de poder totalitario. Dicho congreso es
recordado por la fractura interna en dicho partido. Lenin sería el principal
responsable de la división entre bolcheviques (la mayoría) y mencheviques
(minoría). Pero eso no es lo importante en ese congreso; sí lo es el programa
político que Lenin había logrado imponer sobre las propuestas de Plejanov y
Martov. En ese congreso, Lenin va a maniobrar para imponer en los delegados la
idea antimarxista de que la dirección ideológica del partido debía quedar en
manos de la Iskra (periódico político), y este en manos del Comité Central, que
luego quedaría bajo la dirección personal de Lenin. La táctica de Lenin se basó
siempre en buscar someter el partido a una dirección de hierro o de no lograrlo
en primera instancia buscar la ruptura para luego forzar el sometimiento. Es
así como se deja constancia en sus intervenciones en este congreso, donde
intrigó a diestra y siniestra contra sus camaradas con el fin maquiavélico de
ganar posiciones para su línea política. Impresiona leer en sus obras la
sistematicidad con que desacreditó a sus discrepantes opositores.
Su discusión con Martov en dicho congreso presagiaba la
catástrofe que muchos años después lamentarían todos los revolucionarios del
mundo. En su discusión sobre el artículo uno del estatuto del partido Lenin
planteó que quería un partido cerrado, formado exclusivamente por militantes
profesionales. Martov, por su parte, pretendía un partido abierto en el que el
pensamiento no perdiera su derecho a realizarse. La idea totalitaria de Lenin
ya se había volcado a la práctica. A partir de allí Lenin pondría en
circulación mundial la idea nefasta de que las masas explotadas no pueden
formarse espontáneamente a través de sus propias luchas y su propia
experiencia; iba a establecer como un principio “marxista” que la única
actividad consciente puede venir solo de militantes dirigidos por un comité
central. Es más, abiertamente Lenin preferiría no integrar a obreros al partido
si es necesario para “anular” charlatanes. Pensar que en la actualidad todavía
está vigente ese tipo de organización partidaria y te pechean como algo con
“peso”. Ya lo decía Marx, “La historia se repite; la primera vez como una gran tragedia
y la segunda como una miserable farsa".
Comentarios
Publicar un comentario