La dictadura del proletariado, según Lenin





En el texto de Lenin llamado “Las elecciones a la Asamblea Constituyente y la dictadura del proletariado” (Tomo 32 de sus Obras Completas) nos encontramos con la versión leninista de dictadura del proletariado, la cual no es más que la reducción de la clase obrera a un partido, el cual sería el único encargado de llevar adelante la “dictadura” contra todo aquel que no tenga sangre bolchevique. El proletariado, para Lenin, no es la clase obrera, sino los obreros que hayan probado su bolchevismo frente al Comité Central del Partido, el resto, incluso sean estos obreros, no tienen vela en el entierro de la burguesía. Lenin, aun reconociendo que se sigue viviendo en un mundo capitalista considera que la dictadura de una minoría podría utilizar al Estado para imponer una especie de verdad proletaria a toda la población (cuando habla de nuevo Estado solo lo hace apoyándose en Marx pero nada ha cambiado con respecto a la institución Estado). Pero no veía el problema que estaba causando con esta tremenda idea. Para los obreros y campesinos rusos de aquellos días, lo único a que podían aspirar era rezar que los nuevos dioses del marxismo les trajeran bonanza desde las altas cumbres del buró. Es decir, debían solo aspirar a que los “verdaderos” marxistas que hicieran carrera en el Partido Bolchevique fueran justos y bondadosos e hicieran honor a la “dictadura del proletariado”. Así como los cristianos se educaron para la espera del mesías para su salvación, los leninistas, trotskistas y stalinistas fueron educados para la espera de los dirigentes que los llevaran a la victoria, porque si algo hemos ido aprendiendo en este recorrido por la revolución rusa, es que aquella revolución estuvo contaminada por un  enfermizo culto a la personalidad. Si un partido se convierte en ´ la clase´ y, encima, se propone realizar la dictadura del proletariado, el tiempo con que cuenta para autodestruirse y destruir todo intento revolucionario es directamente proporcional al solidez de su sistema (para Lenin la dictadura del proletariado era un sistema). Eso explica cómo se fue gestando el aparato represivo bolchevique, porque su concepción de “dictadura del proletariado” no era más que un cascarón marxista que implicaba nada más que una mera idea propia del despotismo ilustrado.
Vayamos a Lenin:

“En realidad, todos los representantes y partidarios de la II Internacional y todos los dirigentes del llamado partido socialdemócrata alemán independiente se pasan así a la burguesía, cuando reconocen verbalmente la dictadura del proletariado, pero en los hechos, con su propaganda, inculcan al proletariado la idea de que primero debe lograrse la expresión formal de la voluntad de la mayoría de la población bajo el capitalismo (es decir, la mayoría de votos en el Parlamento burgués) para traspasar más tarde el poder político al proletariado.

Todos los clamores, basados en esta premisa, de los socialdemócratas alemanes independientes y de parecidos dirigentes del socialismo podrido contra ´la dictadura de una minoría´, etc., sólo ponen de manifiesto que esos dirigentes no comprenden a la dictadura de la burguesía, que en realidad impera incluso en las repúblicas más democráticas, y que no comprenden tampoco las condiciones necesarias para acabar con ella por medio de la lucha de clase del proletariado. […]

En todos los países capitalistas, junto al proletariado o a esa parte del proletariado que tiene conciencia de sus objetivos revolucionarios y es capaz de luchar por lograrlos, hay también en las masas trabajadoras numerosas capas proletarias, semiproletarias o semipequeñoburguesas, no conscientes políticamente, que siguen a la burguesía y a la democracia burguesa, porque han sido engañadas, no tienen confianza en las propias fuerzas o en las fuerzas del proletariado, y no se dan cuenta de la posibilidad de que sus necesidades más apremiantes sean satisfechas mediante la expropiación de los explotadores.

Estas capas de trabajadores y explotados proporcionan aliados a la vanguardia del proletariado, y le brindan una firme mayoría de la población; pero el proletariado sólo puede conquistar aliados con ayuda de un instrumento como el poder del Estado, es decir, solo después de derrocar a la burguesía y destruir su aparato estatal. […]

Por consiguiente, el proletariado, aun constituyendo una minoría de la población (o cuando la vanguardia con conciencia de clase y realmente revolucionaria del proletariado constituye la minoría de la población), puede derrocar a la burguesía y, luego, conquistar muchos aliados entre la masa semiproletaria y de la pequeña burguesía, que nunca se declara de antemano en favor de la dominación del proletariado, que no comprende las condiciones y objetivos de esa dominación y que sólo con su experiencia posterior se convence de que la dictadura del proletariado es inevitable, justa y legítima”.

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