El control obrero y sus implicancias





Esta era la concepción original de Lenin sobre lo que significaría "control obrero" en toda la revolución rusa, y no es más que un control ficticio donde la clase proletaria nunca podría decidir por su cuenta la organización de la producción. Lean este jugoso pasaje, donde encontrarán hasta la reivindicación de la institución más perversa como lo es el banco y donde queda esclarecido que cuando el trotskismo te habla de control obrero no es más que controlar lo que otros hacen y nunca proponer que los laburantes realmente transformen con sus propias manos el mundo burgués:

"La dificultad principal de la revolución proletaria
estriba en realizar a escala nacional la contabilidad y el control más precisos y concienzudos, el control obrero de la producción y distribución de los productos [...] 
Cuando nosotros decimos “control obrero”,
colocando siempre esta consigna al lado de la de dictadura del proletariado, siempre inmediatamente después de ella, damos a entender con nitidez a qué Estado nos referimos.El Estado es el órgano de dominación de una clase. ¿De qué clase? Si se trata de la burguesía, es precisamente un Estado democonstitucionalista-kornilovista-“kerenskiano”, por culpa del cual el pueblo obrero de Rusia padece hace ya más de medio año el mal kornilovista y kerenskiano. Si se trata del proletariado, de un Estado proletario, (es decir, de la dictadura del proletariado), entonces sí puede el control obrero erigirse en un sistema general, universal, omnipresente, minucioso y concienzudo al máximo de contabilidad de la producción y distribución de los productos. [...]
El capitalismo ha creado aparatos de contabilidad
y control en forma de bancos, consorcios, Correos, cooperativas de consumo y sindicatos de empleados. Sin los grandes bancos, el socialismo sería irrealizable. Los grandes bancos son el “aparato del Estado”
que necesitamos para realizar el socialismo y que tomamos ya formado del capitalismo; nuestra tarea se reduce, en este caso, a extirpar todo lo que deforma a lo capitalista ese magnífico aparato, en hacerlo aún mayor, aún más democrático, aún más universal. La cantidad se transformará en calidad. Un banco único del Estado, el más grande entre los más grandes, con sucursales en cada subdistrito y en cada fábrica, supone ya nueve décimas partes del aparato socialista. Supone una contabilidad nacional, un control nacional de la producción y distribución de los productos; es, por decirlo así, algo parecido al esqueleto de la sociedad socialista. Podemos “adueñamos” y “poner en marcha” de
un solo golpe con un solo decreto, ese “aparato estatal” (que en el capitalismo no es por completo del Estado, pero que en nuestras manos, en el socialismo, será íntegramente del Estado). Podemos hacerlo porque el trabajo efectivo de contabilidad, de control, de registro, de estadística y de cálculo corre aquí a cargo de empleados, la mayoría de los cuales son, por sus condiciones de vida, proletarios o semiproletario".

Comentarios

Entradas populares de este blog

Lenin y el poder dual

Marx y el bolchevismo

Las sociedades hidráulicas de Wittfogel, un aporte para comprender lo errado de Estado y Revolución de Lenin