Cómo Lenin construyó al nuevo enemigo de la revolución para garantizar el poder del CC.
Lenin en sus
palabras finales para el informe del CC del PC (b) del 9 de marzo de 1921, en
el famoso X Congreso en que se daría un giro a la economía rusa (NEP),
respondería a los cuestionamientos del folleto de Kollontai (Oposición obrera) con
una soberbia típica de quien se sabe amo y señor del máximo lugar del poder
como lo fue el CC. Para esas fechas Kronstadt quemaba en las manos y Lenin solo
va a atinar a defender su aplastamiento aludiendo a la simplicidad de que en
Francia dos semanas antes estaban hablando de motín, lo cual habilitaba supuestamente
la intromisión de elementos “contrarrevolucionarios”. Nunca se demostró esa
hipótesis . Lo que sí se realizó a partir de este congreso, que advertía que ya
no se podía justificar todo con el pretexto de la guerra imperialista, la cual
ya había terminado, y se habilitaba una nueva estapa, la “revolución” en
momentos de “paz”, fue la creación del nuevo enemigo a combatir. Lenin iba a
presentar oficialmente al enemigo número uno de la “revolución” (leáse aquí
Comité Central). La contrarrevolución ahora adoptaría, según Lenin, la forma anarquista
pequeñoburguesa. El folleto de la Oposición obrera, con Kollontai a la cabeza,
sería tomado como ejemplo del “peligro” que representaba para el CC. Las
críticas que hiciera dicho folleto sobre las prácticas antidemocráticas en el
seno del partido, así como el verdadero peligro de la burocratización inmanente
que imponía la dirección de un partido sobre toda una economía nacional, fueron
ninguneadas al mejor estilo leninista, con el cinismo más rancio. Lenin, en ese
congreso, va a poner a los críticos del
partido en el banquillo de los acusados, y va a decir que la Oposición Obrera
era un elemento anarquista y pequeñoburgués al cual había que combatirlo incluso
con el fusil. Lenin ya daba las primeras líneas para el libreto de Stalin de cómo
hacer la purga. Kollontai y los suyos había advertido con notable precisión que
el CC se había aislado de los trabajadores y campesinos y Lenin gritaría que
era hora de cerrarles el pico a todo crítico del partido. “No queremos más
oposiciones” retumbaría en ese congreso y sellaría de antemano el triunfo de la
dictadura partidaria.
En el tomo 35 de las obras completas de Lenin, en la página 36, encontraremos la tensión que se vivió en ese congreso con respecto a este hecho. Lenin pidió expresamente la expulsión de los "elementos anarquistas y pequeñoburgueses" del partido.
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